Hoy he vuelto a mi verdadero trabajo. Los niños han llenado las clases de ruido, olores, sabores, sensaciones, alegría, llanto... y aunque nosotros llevamos trabajando desde el 1 de este mes, se puede decir que es solamente una especie de burocrático trámite que hay que cumplir antes de ser "verdaderamente" profesor de infantil.
Me encanta. Estoy enamorado de mi trabajo. Y de mis niños, los que llevé el año pasado y tengo la suerte de acompañar este año.
Y la vuelta a clase ha venido con muchos besos, abrazos y detalles. Esos pequeños detalles que nos dan la vida. Y entre esos detalles: me han regalado una camiseta con tanto cariño y buen gusto que ha pasado a mis favoritas desde el mismo momento que me la he puesto (hoy mismo), un llavero que ya cuelga de mis bolsillos a todas horas, bolígrafos, aceite...
Y el regalo que quiero compartir esta noche. Una niña, especial como pocas, se ha pasado el verano diciéndole a sus padres cada vez que veía el castillo de Disney que "ahí es donde vive su profe Simón", cada vez, y las muchas veces que lo ha visto.
Y ni ellos, ni yo hemos encontrado explicación al porqué de sus imaginaciones. No recuerdo que el año pasado les dijera que vivo en un castillo, pero me ha encantado. Su regalo ha sido hacerme príncipe, o rey, o cuanto menos dueño y ocupante de un lugar de sueños y magia, y eso me recuerda que ser profesor de niños de tres y cuatro años, además de ser educador de normas y enseñante de conceptos es la de ser creador de magia, ilusionista, escritor, cuentacuentos, psicólogo, médico, y un sinfín de trabajos, unos catalogados y otros no, de los que me siento orgulloso.
Esta noche me voy satisfecho y feliz a la cama, no me puedo imaginar un trabajo mejor, y no me puedo imaginar un mejor lugar para vivir, en la mente de una niña tan dulce, que un castillo tan bonito, tan irreal, tan feliz, como yo esta noche, ya lo he dicho.
Qué bonita historia. Los críos son increibles. Qué importante es sentirse a gusto en el trabajo y sobre todo ejercer según tu vocación. El porcentaje de gente con esa opción es mínimo. Disfrútalo.
ResponderEliminarUn abrazo.
P.D. ¿Qué pasa? ¿Qué te pones de seguidor de tu propio blog? jaja. Me ha hecho gracia. :)
Hola vengo dando una vuelta por este mundo de internet... y la ternura de este post, me ha encantado..
ResponderEliminar.. y lo que mas me ha gustado a parte de eso de que vives en un Castillo...es verte feliz con tu trabajo, disfrutar, comprometerte..
.... ser feliz trabajando..
.. eso es bueno..
a mi tambien me pasa.. y por eso te dejo este escrito.
Un saludo
Pero es que no piensas escribir ni ná ?????
ResponderEliminarNi siquiera contestar a mi amiga bloguera E. Altair ???? Ni a tu primo Thot ?????? joooo,
cuando te vea ya verás !!!
Un abrazo!!!!
Estrella Altair:
ResponderEliminarSiempre llego tarde a mis citas, siempre pierdo amigos porque mi cariño se queda dentro y muchas veces no sale fuera, siempre contesto tarde; mails, cartas, mensajes y todo de tipo de llamadas, sean mundanas o divinas, amistosas o profesionales, siempre soy un desastre. Perdón por contestar tan tarde.
Gracias por tu comentario. Me lleva encantando cada vez que lo leo y pretendo contestarlo...